Seguimos rondando las religiones aunque esta vez desde su punto más oscuro, las sectas, ese pequeño lugar de locura en el que todas las religiones comenzaron, y hoy fuente de ingresos de muchos desaprensivos y volados que hacen su agosto con las miserias de un sistema que deja a tantos y tantos ciudadanos frustrados. Pero antaño las sectas eran de otro color, hasta hemos encontrado la nuestra en Grecia, la secta del perro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario