martes, 29 de enero de 2008

LA KRIPTONITA DE LOS AMIGOS

Ser Superman debe de tener sus ventajas. Unos preferirán volar, otros ser indestructibles, alguno que yo me sé la visión de rayos x, e incluso tener una identidad secreta... Pero mucho ojo, que la kriptonita acecha. Te deja sin superpoderes y entonces ¡más dura será la caída!

Yo llevo un rato dándole vueltas a cuál sería mi particular kriptonita: aquello que me amuerma, o me descuajeringa, o me deconstruye... ¡Y se me ocurren tantas cosas que no podría decir ninguna en especial!

Venga, echadme un cable, dadme pistas a ver si a mí se me hace la luz: ¿cuál es vuestra kriptonita particular?

5 comentarios:

Walter Kung Fu dijo...

En mi caso, lo tengo clarísimo. Sin embargo, disculpame porque no es confesable. Como tantas adicciones.

Anónimo dijo...

Asi rapidamente y despues de mi crisis con el ordenador diria que es la tecnología, la necesito pero me supera! y tambien las maravillosas compas nocturnas, adorables con la luna pero por la mañana desearias que no debilitasen tanto tu mente y cuerpo. Ayer fui superman y hoy una piltrafa humana!

saturno dijo...

¿Y si la cripnonita tiene el extraño valor de no hacernos superhombres? a lo mejor sin criptonita no había ni dios que nos aguantara.
A mi, en cualquier caso, lo que más fuerzas me quita es todos esos ratos en los que uno ha de atender a diplodocus en lugar de disfrutar.

chus dijo...

En lo primero que he pensado: mi jefe. El anterior era criptonita pero este es un yacimiento enterirto.

yusef dijo...

Ahí va una confesable (es verdad, Walter, que las hay no confesables): las gestiones, la burocracia. ¿Susto o muerte?, prefiero la muerte...