lunes, 27 de octubre de 2008

LLAMADA DE CONSUELO

Acaba de llamar una señorita de voz seductora que se presenta como Consuelo y pregunta por don Yusef X Z. Me pregunta si quiero colaborar con la Fundación Real Madrid, colaboración de la que se seguirían numerosas ventajas para mi persona. Mi primera pregunta: ¿es una fundación no lucrativa? No, don Yusef. ¿Si no es lucrativa, en qué beneficia a los beneficiarios? Duda. No es lucrativa para el club, pero por supuesto es beneficiosa para los beneficiarios (se trastabilla un poco, los nervios), don Yusef. Ah, pero sin duda sabe usted que el estatus fiscal de una fundación es enormemente beneficioso para la entidad que la ha creado. Dice que sí, ya se ha perdido. Por supuesto, dice. Esto va a mejor. ¿Quiere que le cuente nuestras actividades y las numerosas ventajas que se seguirán para su persona, don Yusef? Cómo no voy a querer conocerlas: digo que sí. Resumen: las actividades son muchas y generosas con el aficionado, el ex jugador y el pueblo en general, y las ventajas son entrada gratuita al Real Museo del Real Madrid, etc., y, sobre todo, mi nombre impreso en una de las quince hermosas columnas que rodean el busto de don Santiago Bernabeu por los siglos de los siglos amén. Ahora coge carrerilla: y la colaboración sólo le supondría cien euros al año, ¿cómo quiere que figure su nombre completo, don Yusef? Un momento, un momento: si pago el primer año y después dejo de pagar, ¿borrarán el nombre de la columna? Vuelve a dudar. Pues no sabría decirle, don Yusef. Entonces no me interesa, pero ya que estamos, ¿tiene usted, Consuelo, un seguro de vida? ¿Cómo dice? Un seguro de vida. N-n-no. Ah, pues ha tenido usted suerte. Es fundamental protegerse a usted y proteger a los suyos con un seguro de vida, es algo que no suele comentarse pero muy probablemente todos sus amigos y conocidos tienen ya uno, y está usted de suerte, porque mi empresa acaba de ofertar una promoción por la que si usted se da de alta antes de enero de 2009, sepa que el precio se reducirá durante los próximos seis meses en... Perdone, don Yusef, pero no puedo hablar ahora, estoy trabajando... Tut-tut, tut-tut, tut-tut.
El marketing, una ciencia.

jueves, 23 de octubre de 2008

jueves, 16 de octubre de 2008

martes, 14 de octubre de 2008

lunes, 13 de octubre de 2008

Qué casualidad


En 2001 una niña de 10 años llamada Laura Buxton escribió su nombre y dirección en un trozo de papel. Lo pego a un globo de helio y lo soltó desde su jardín. El globo recorrió 225 kilómetros hasta que fue a parar a otro jardín. Al de otra niña de diez años que se llamaba increiblemente Laura Buxton.
En 1893 Henry abandonó a su novia Linda y está se suicidó. El hermano de Linda intentó matar a Henry. Creyendo que lo había hecho se pegó un tiro y murió. Henry sin embargo sobrevivió al disparo. La bala le atravesó la cara y se incrusto en un arbol del jardín. 20 años después Henry intentó dinamitar las raices del arbol. Con la explosión, la bala salio propulsada y mato a Henry en el acto.
Estas y otras historias aparecen en "Más allá de la coincidencia" de Martin Plimmer y Brian King. Os han pasado cosas de este estilo, ¿habéis dinamitado un arbol de vuestro jardín y este os ha disparado? A mí no.

sábado, 4 de octubre de 2008

UN FUMADOR

Me resulta imposible posicionarme cuando pienso en el tabaco.
Acumulo todas las sensaciones que uno pueda imaginar, sólo se me ocurre enumerarlas:

-Qué placer fumarse un cigarro en compañía de un buen café, tras una comida copiosa, con amigos.

En mi pueblo hay un bar con unos ventanales enormes por los que la luz de la tarde entra salvajemente, siempre me acuerdo del humo de esos cigarros contorsionándose lentamente, asesinando las horas que no servían para nada. Tranquilidad.

-Qué mierda el hedor a noche en espacios con humo. La sensación matutina de que te han ahumado como a un chorizo.
Al abrir mi ojo izquierdo ya sé que he de gestionar la resaca rápidamente, lo mejor que pueda. Sobreviviré, ibuprofeno y quitarme el traje de humo, quitarme el traje de humo por favor... a la ducha. Puta mierda.

-Dolor de corazón por no poder hacerme un porro, le daré una calada al cigarro, joder, tiene pólvora.
Pienso cosas como esas del tabaco, pienso que tiene pólvora porque lo he oído muchas veces, no porque me lo crea, claro. Por eso los porros se apagan, porque no tienen. No puedo decir que no a un porro, en serio, no puedo.

-Voy a dejar de fumar cuando tenga 28 años, cuando tenga 29.
Eso nos decíamos ¿verdad? Es mucho más fácil saber que vas a hacer cosas. Hacerlas no es intelectualmente aceptable, es mundano y terrenal y, en serio, pierde mucho encanto. Prefiero repetirme las cosas importantes que haré, porque claro que las haré.

-He vuelto a fumar.
Joder he vuelto a fumar. Siempre me queda la opción de no comprar tabaco hasta darme cuenta de que empiezo a ser un gorrón. Vuelvo a comprar tabaco. Sí, he vuelto a fumar.

-El sondio del tabaco.
He logrado memorizar el sonido de una calada, ese que es como el crujir de matojo seco, leve, intenso, rojo. Me encanta. El humo desaparece para que podamos escuchar sin interrupción, como si lo hiciese a propósito. Escuchadlo, es flipante.