jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Qué ha cambiado?


Hoy leía la cansina (por repetitiva) noticia de que un grupo de presión religioso se manifestaba en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo; en California para más señas.


Es evidente que en España el cambio para los homosexuales ha sido radical en cuanto a saberse legalmente iguales a su Jefa o a su panadero, porque hablar de igualdad social ya son palabras mayores. La pregunta que me hago insistentemente es: ¿Qué sienten aquellos que creían perniciosa esa unión y que ven que no ha cambiado nada en sus vidas? ¿Qué argumento les queda ahora a los que defienden a ultranza que las palabras no mutan por requerimiento social?


Recuerdo el argumento básico de los dragones de lo tradicional: "Con estas acciones desprestigiamos la familia, la denostamos, la machacamos y terminaremos por eliminarla. Intentemos mantener esta "batería" que tantas energías ha suministrado a la sociedad".


Algún dragón me podría enumerar, ahora que ya hay matrimonios homosexuales, qué le está ocurriendo a su familia. Me encantaría saber qué les está pasando.


Muchos diréis que el cambio ha sido bueno para todos. Yo digo que el cambio ha sido bueno para los homosexuales por no entrar en la teoría del egoísmo.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Si su hijo sale homosexual le echarán la culpa a esa igualdad por incitación, jajaja.

chus dijo...

mmmm así que eres de las que creen que el homosexual nace...

yusef dijo...

La ausencia de ruido mediático sobre este asunto demuestra dos cosas: que evidentemente los matrimonios entre homosexuales no tienen una onda expansiva que destruya la "familia tradicional", y que todo el follón no era más que un arma electoral: ¿o acaso alguien se cree que si el PP hubiera llegado a gobernar hubiera derogado la ley?

Por lo demás, en lo personal no soy muy partidario del matrimonio (hetero u homosexual), ni de la familia tal como la conocemos (mamá, no te lo tomes a mal)

Anónimo dijo...

¿Esa conclusión sacas de mi comentario, chus? Madre mía, pero si yo sólo he dicho lo que otros dirán...

chus dijo...

Vale, perdonda magapola, igual me he precipitado. Aunque más que una afirmación categórica era una afirmación retórica, buscaba hacerte pensar, no una clasificación de tu pensar.
Además es que estoy totalmente de acuerdo con eso que dices. Seguramente unos dragoncetes dirán que su hijo es homosexual porque a ello le han incitado. Lo macabro no es incitar, es que sea una "culpa" como tú bien dices, ¿verdad?

yusef dijo...

Pues mira por dónde, el "malentendido" nos proporciona un debate interesantón: el homosexual (y el heterosexual, y el bisexual) ¿nace o se hace?

Bienvenidas las tortas, si es el caso

Anónimo dijo...

Y la discusión sobre si se nace o no homosexual me parece una disucusión socialmente inútil. Si se nace o se combierte uno en homosexual u otra cosa sexual ¿qué? ¿Es que tendrían que cambiar las cosas? ¿Ya no tendría derechos para el homosexual que se hace y el que nace sí o al revés? El caso es que se es y punto.

chus dijo...

Para aquellos a los que les da igual la orientación sexual de las personas está claro que es una discusión insustancial, sin embargo pienso que si se determinase que el componente genético es el más determinante en la génesis de la orientación sexual serviría como acicate para aquellos que piensan que es una enfermedad, en el sentido de que se podría "curar". Poniéndome salvaje, curar de la misma forma que se interrumpen embarazos porque el feto tiene espina bífida. De locura.

Anónimo dijo...

Ya chus, pero si se descubre que no es genético, que no se nace, ¿qué? No podemos basarnos en ese argumento a estas alturas porque está más que demostrado que no es una enfermedad se nazca o no se nazca, y el que no lo entiende es porque no lo quiere entender y le da igual que aparezcan genes por medio, al igual que a algunos les parece papel mojado la teoría de la evolución. Algo así.

chus dijo...

¡Si estamos de acuerdo! Los dos creemos que es necesario incidir en que da igual la procedencia de la orientación sexual. Mi pregunta es la siguiente: ¿Crees, como yo, que si fuese genético serviría de acicate a los que consideran la homosexualidad una enfermedad? Esa era mi pregunta. Pos supuesto que no digo que es una enfermedad, por dios. Para mí, algo que da "gustirrinín" y "no hace daño a nadie", jamás puede ser pernicioso.

Anónimo dijo...

Sí que estamos de acuerdo, en lo que pensamos nosotros, pero no en cómo piensan los demás. Sinceramente, me pongo en lo peor y dirían: Así que enfermedad genética, ¿cuál es el gen?, eliminemos el gen. Me da hasta más miedo, ¿a ti no? ¡Uf!

NáN dijo...

Pero coño, que una cosa sea genética no significa que sea una enfermedad. Se tienen los ojos azules por el abuelito o por el padre del butanero. ¿Y qué?

O bien sucede algo que en determinado momento crea una predilección, ¿y qué?

¿Qué es lo que te pone? Pues ya está.

El poblema (así, sin "r") es que hay un montón de gente organizada que se ha opuesto siempre a eso, que han tenido el poder siempre y que quieren volver a tenerlo.

Yo me preocuparía por mantener una fuerza social dispuesta a repeler cualquier intento de paso atrás, pero no de los orígenes.

chus dijo...

Nán, magapola, lo único que digo es que tengo la impresión de que si se determinase que la homosexualidad es una orientación adquirida, nada cambiaría, los detractores seguirían en la dinámica actual, negar que es una opción aceptable por perniciosa para la familia tradicional (como axioma fundamental, que ya sé que hay de todo), pues el estatus de enfermedad lo perdió hace mucho tiempo para esta sociedad. Si se demostrase por el contrario que es genético, creo que su argumento cambiaría radicalmente volviendo a la teoría absurda de enfermedad. Eso es lo que me espanta.
Obviamente que no deberían cambiar las cosas si se demostrase feacientemente que la homosexualidad es genética. Pero como tú me preguntabas más arriba, creo que sí cambiarían las cosas si llegase dicha demostración.

saturno dijo...

madre de dios vaya empanada tenéis, genéticamente todos somos zoófilos y los más recatados bisexuales, es la sociedad la que nos dirige a distintos agujeros, la que nos educa (que no todo tiene que ser malo en el ser social) para no ser pederastas. Genéticamente ya pueden decir misa, que es por cierto lo que hacen, aquí hay mucho ateo venerador de ciencias y demás anabolizantes contemporáneos

NáN dijo...

Chus, como no lo necesito para el trabajo, me sería bastante perjudicial. Un móvil es una manera de encontrarte, cuando yo he diseñado mi vida como una manera de perderme.

NáN dijo...

Incluso con el fijo, me parece una intromisión indebida en mi vida privada y repito lo que decía el padre de Martin Amis: "¿Quién será el psicópata que llama a estas horas?"

June Fernández dijo...

Buf, sí que le habéis dado vueltas al asunto... Yo pienso como Magapola: que me la pela. Y estoy bastante de acuerdo con Saturno, en el sentido de que ¡somos seres con conciencia, coño! No me gustan las explicaciones esencialistas ni aunque resultaran beneficiosas para la defensa de la libertad sexual. Quiero que se respete aquello que me da la gana de hacer, desear, sentir... Bueno, estoy espesita para discutir ahora esto.

Lo que iba a decir son dos cosas:

- Qué asco esos putos grupos a favor de la familia tradicional (ya podéis perdonar mi intransigencia). La última barbaridad que leí en El Correo (el periódico más leído en el País Vasco) es un grupo de esos que decía que ahora hay más violencia machista por lo desestructuradas que están las familias. Claro, en el fondo tienen razón: ahora nos asesinan, y antes nos daban palos durante toda la vidsa sin que nadie pestañeara por ello. Lo peor no es esa opinión, sino que los medios de comunicación sean tan irresponsables de difundirla.

- Aprovecho para decir que creo que la conquista del derecho a casarse y adoptar a desmovilizado la lucha LGTB. Parece que ya está todo logrado. Aunque me alegro mucho de ese avance, cómo no, creo que el gran reto no es que la gente LGTB o lo que sea (yo entraría en ese lo que sea) tenga derecho a hacer lo que hace la gente hetero, sino que tenga derecho a hacer también otras cosas y ser respetada. Por decirlo de otra manera: ¡Vivan las camioneras, las locas, las travestis, los osos y demás animalillos!

chus dijo...

En la línea 1/2 queer de June (a la que me voy a unir en este primer párrafo) voy a defender a ultranza y por respeto puro la "tendencia sexual". Entendiendo tendencia, claro, como se entiende en el mundo de la moda: lo último, lo novedoso, algo que no había ocurrido antes y que deja de ser innovación en poco tiempo por muy usado, lo que cualquiera quiera hacer.
Pero (y ahora me separo un poco) digo que no debería pelárnosla lo que piensen esos "dragones" de los que hablaba en el post, fundamentalmente porque forman parte activa de nuestra sociedad y que se piense así es síntoma claro de que algo no funciona, de que algo se está haciendo mal.

Yo es que pienso que el respeto nos dará la libertad, no al revés.