sábado, 3 de enero de 2009

ÚLTIMO PROGRAMA: EL REGALO

Nosotros, occidentales de pro, tenemos asimilado el periodo navideño al regalo. Consumismo a espuertas. Y cuando el consumo puede relajarse, rebajas. Estamos preparados para todo. En Perro Flaco nos juntamos unos cuantos para reflexionar sobre el regalo, ese gran desconocido.

¿De dónde viene nuestro término «regalo»? Nos lo cuenta Nuur:

Otros tienen a Legalitas, nosotros tenemos a Clemens. ¿Estamos obligados a aceptar los regalos?

El doctor Uña Juárez, sociólogo, nos alecciona sobre el sentido del regalo ayer, hoy y mañana:

Sean bienvenidos vuestros comentarios sobre los regalos, recibidos o entregados, entre tanto festejo navideño.

4 comentarios:

Victor dijo...

muy buen trabajo, me gusta mucho lo del origen de las palabras, tanto lo del secuestro como lo del regalo.

Un saludo y felicidades.

Nuuuur dijo...

Según los medios de comunicación, sólo el 30% de los españoles se ha quedado satisfecho con los regalos que ha recibido esta Navidad... ¿qué tal os ha ido a vosotros? ¿Coincidís con Jaime de Alfonso y con el 70% de los españoles, o estáis en el 30% de afortunados que han recibido buenos regalos?

Por otra parte, ¡muchas gracias Víctor! Esperamos que te sigan gustando nuestros programas.

Anónimo dijo...

Si el 70% de los regalos que uno hace son por puro compromiso y sin ganas, estoy conforme, y me temo que es así. Más que con los regalos recibidos la pregunta la formularía al reves: ¿estais satisfechos con los regalos que habéis hecho?

chus dijo...

Yo es que la noche de Reyes tengo una regresión a la infancia y me lo paso como nunca. En casa nos reímos mucho, estamos los hermanos juntos (que ya nunca ocurre), con mis padres y mi abuelina. Mi hermana prepara una parafernalia enorme, con un montón de paquetes, con los nombres; abrimos los regalos uno por uno y todos alrededor damos gritos y nos reimos, da igual lo que sea, porque se cambia y listo. Así que ocurre que soy consciente del lado consumista del asunto, pero siempre me gana la sensación de que realmente vale la pena (vale la pena para mí, enfatizo). El lado negativo e irracional es que todos nos gastamos un pastizal enorme en los regalos, y ese mismo día todo baja un 30%. Sí, somos el ejemplo perfecto del sostenimiento de la economía de consumo. Creo que si os llevase a mi casa la noche de Reyes lo entenderíais.
Ojo, todos los años decimos a final del verano en casa: "Este año nos compramos una tontería y esperamos a las rebajas"... luego nunca lo hacemos.
En respuesta a Magapola, todo lo que he recibido me ha encantado, ha sido sobre todo ropa... Solo tendré que cambiar un gorro, siempre y cuando no me meta a cantar Rap. Todo se verá.
Lo que yo he regalado (me tocó mi hermano y le compré una bici muy chula) me ha encantado... teníais que ver su cara.